Script para la caja de Facebook

domingo, 7 de octubre de 2012

POST VIEJUNOS: UN DIA DE FURIA

Un post de Cannonball



Lo más jodido de hacerte mayor es ver como gran parte de las cosas que antes te satisfacían van perdiendo su diversión, puede que debido a la falta de frescura, a la repetición de los mismos esquemas o, simplemente, que otras actividades acaban ocupando su lugar. Ey, no os vayáis todavía, que no es Cels el que está escribiendo hoy en vuestro blog favorito, soy el mismo Bolaloca de siempre, lo que pasa es que de vez en cuando me gusta explotar la vía dramática.

Bueno, a lo que iba, a mi me pasa, cada vez en mayor medida, con los videojuegos; Si, ahora son auténticos prodigios técnicos, millones de polígonos que recrean escenarios hiperrealistas, sonido Dolby que te envuelve como una manta, cientos de acciones que realizar y... son incapaces de engancharme como antes. Aunque hay que tener en cuenta que si Orson Wells rodó una de las mejores películas del séptimo arte siendo solo un veinteañero, yo jugué al mejor puto videojuego de la historia [1] siendo un preadolescente y claro, a partir de ahí, todo fue cuesta abajo.

Me estoy, por si alguien alberga alguna duda, cosa del todo imposible, por otra parte, porque solo hay mejor puto videojuego de la historia al:
[Redoble de tambores]

“Double Dragon”

Example
Contened la respiración... este es el arcade

Y es que llegó en el momento adecuado, cuando todos aún gastabamos los cuartos en el R-Type, Mickie, Enduro Racer o el WestBank, así que, es normal que calara tan hondo...!no había competición¡; Además, mientras que otras maquinitas te lo pedían con educación, la pantalla de presentación del DD era bastante explícita: “Echa la pasta” ¿Quién podría resistirse a semejante reclamo?

Por solo 5 pavos [cuando 5 pavos eran algo] tenías a tu disposición toda una orgía de hostias, de huesos que crujen, no en vano el juego era un Beat’Em Up, cuya traducción literal sería algo asi como “a repartir plaka plaka”. Además, jugar representaba una doble aventura, la que te proponía el videojuego en sí, y esquivar a todos los macarrillas levantacarteras, fauna autóctona de los juegos recreativos; Fauna que, por otro lado, merecería un post entero ¿os habéis dado cuenta que, sea cual sea la maquina, tiene adherida siempre a un niño, de 6 ó 7 años, que sin haber echado nunca un duro, perdón, euro, se conoce todos los entresijos de la misma? Que si ahí hay una vida extra, que si ahora te va a salir un tío con un cuchillo... te entraban ganas de decirle: ”chaval, que lo sabes porque me llevas viendo jugar toda la semana... y apártate, que no quiero mancharme de mocos” pero, como todo friki precavido vale por dos [solo hay que ver lo que pesan para darse cuenta] te callabas, no fuera a ser el hermano pequeño de uno de los macarrillas anteriormente citado. Así que seguías, mientras el chaval te taladraba el cerebro, crujiéndote con los matones, Bubas y putas que se te pusieran por delante.
Example
Esto es amor y lo demás son tonterías
Lo que me lleva a hacer otro inciso ¿Por qué presuponíamos que la mujer que venía dispuesta a acabar con tu vida armada con un látigo y vestida para seducir se dedicaba a la profesión más antigua del mundo? Claro que en medio de esa descarga de adrenalina, mientras fundías a codazos al personal, tampoco era plan de ponerse a realizar disertaciones filosóficas
Example
Mátame, mátame, pero antes, tómame
¿Donde lo había dejado? Ah, si... ahí estabas tu, repartiendo codazos, patadas voladoras, esquivando cuchillos, con un chavalín tirándote del pantalón al tiempo que no paraba de repetir "dejame un queco" y todo ¿para qué? ¿para rescatar a una chavala? Nooooooooo, lo hacías por unos pocos minutos de gloria frente a unos desconocidos, porque el mundo se dividía entre los que se habían pasado el DD y los que no.

Example
Y podías darle una carracuca a M.A. por el mismo precio

Por desgracia, todo lo bueno se acaba [y no lo digo solo por este post] y el DD también terminó pasando de moda, aunque trataron de revitalizar el fenómeno con segundas, terceras partes, conversiones a consola y demás, que no lograron igualar el feeling de la recreativa original. E incluso nos toco sufrir sendas adaptaciones a la pantalla grande, con engendros como Abobo, que parecían salidos de la mente de Rob, y a la pequeña, con una serie de animación de infausto recuerdo.
Aún así, siempre le faltó un detalle para ser el videojuego perfecto ¿y si en vez de a Jimmy hubieramos manejado a Jenny?
[1] Otros expertos conceden el título de mejor videojuego de la historia, ex aequo, al Double Dragon y al Street Fighter II
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